Acelgas, calabacitas, habas verdes, chayotes, manzana, caña, tejocote y guayaba son algunos alimentos comunes de otoño e invierno, los cuales favorecen a los sistemas nervioso e inmunológico, entre otros beneficios.
BRÓCOLI. Es rico en fibra, ácido fólico y vitamina C; contribuye al desarrollo del bebé durante el embarazo; mejora la digestión; ayuda al sistema inmunológico; previene la obesidad y los problemas del corazón; y reduce el colesterol.
JITOMATE. Aporta vitamina K, la cual es necesaria para una buena coagulación; complejo B, que ayuda a obtener energía de los alimentos; y vitamina C que mejora las defensas.
EJOTE. Contiene vitamina A, que ayuda a mantener sana la piel y la visión nocturna; vitamina C, el cual favorece al sistema inmune; ácido fólico e interviene en la formación de células nuevas; y fibra para una correcta digestión.
CEBOLLA. Aporta principalmente agua y pequeñas cantidades de vitaminas A, B1, C y ácido fólico; además, mejora el funcionamiento de la circulación sanguínea; y favorece la digestión.
CALABACITA. Contiene vitamina C que fortalece el sistema inmunológico; ácido fólico que interviene en la formación de células; y fibra que permite mantener niveles saludables de glucosa y colesterol; y disminuye la presión arterial.
PLÁTANO. Provee energía saludable; aporta vitamina A y C; contiene potasio, mineral necesario para mantener el equilibrio de líquidos dentro de nuestro cuerpo; regula la glucosa en la sangre y eleva el estado de ánimo.
GUAYABA. Contiene vitamina C; fibra para mantener niveles saludables de glucosa y colesterol en la sangre; previene las cataratas en los ojos por su aporte en quercetina; y es un antioxidante.
FRESA. Aporta vitamina A, que ayuda a tener la piel sana; vitamina C, la cual favorece a las defensas del organismo; es una fuente importante de antioxidante; contiene potasio; sacian y nutren con pocas calorías; tienen ciertas cantidades de ácido salicílico, con propiedades analgésicas y antinflamatorias.
TORONJA. Es una fruta con alto contenido de antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro; contiene muy poca azúcar lo que ayuda a bajar de peso y acelerar el metabolismo; y posee vitamina A para tener una piel sana y buena visión nocturna.
MANZANA. Proporciona vitaminas A y C; gracias al ácido fólico, potasio y fibra ayuda a tener una buena digestión y mantener el equilibrio de lípidos en el cuerpo; contiene potasio, mineral que ayuda a controlar la presión arterial y puede reducir el riesgo de un ataque cardiaco.
Cabe destacar que la JÍCAMA también es un alimento de temporada, la cual posee una gran cantidad de vitamina C, fibra, calcio y fósforo, además de ser baja en sodio, no tener grasas y poseer de 3 a 5 partes de nitrógeno más que la papa y el camote, lo que ayuda al sistema inmune. Incluso, la jícama tiene la flexibilidad de ser preparada como botana, ya sea al natural, con limón o acitronada.
0 comments:
Publicar un comentario