ENTREVISTA (PARTE 1). El empresario Eduardo Bustamante explicó que a través de la máquina que premia a los ciudadanos por reciclar, buscan ser parte de la solución al problema de los residuos, y lograr generar conciencia, es decir, cambiar el estilo de vida de las personas.
Actualmente, “las tres erres” o “3R” (reducir, reutilizar y reciclar) es un término que a pesar de ser muy usado, algunos todavía desconocen, por ello han surgido iniciativas que buscan sumar a más personas a esta acción. Una de ellas es la desarrollada por la empresa mexicana BioBox, una máquina cuyo objetivo es alentar a las personas a cuidar el medio ambiente mediante premiar su reciclaje y lograr que con el tiempo este hábito ambiental se convierta en parte de su vida.
“Nosotros no pretendemos ni creo que seamos la solución del reciclaje en México, nosotros somos parte de la solución, y por eso nos definimos como una empresa que se dedica a generar conciencia, es decir, que cambies ese estilo de vida”, manifestó para Mira tu México el fundador y director de BioBox, Eduardo Bustamante.
Con este objetivo en mente, en 2014 se instaló la primera máquina BioBox en la Ciudad de México un mueble urbano que actualmente recibe envases de PET y aluminio a cambio de puntos que se pueden donar a fundaciones o acumular para obtener descuentos o pagar servicios.
“Después hicimos tres prototipos diferentes […] 2017 fue el año de pruebas piloto y de aprender muchos temas”, mientras que en 2018 se logró su consolidación.
Sin embargo, su instalación requirió tramitar permisos gubernamentales tanto de la oficina mayor como de las delegaciones, así como cumplir diversas normativas. “Todas las máquinas que están instaladas cumplen con todo lo que pide la ley, tenemos un permiso, por eso pueden estar instaladas en vía pública”, refirió el empresario.
También se tuvo que examinar en qué espacio público podía haber un mueble, “no solamente una Biobox, cualquier mueble. Tienes que respetar el paso peatonal, que no distraiga al conductor, que no estorbe una salida, hay varias reglas que tienes que cumplir para poder determinar un lugar y ponerlas en donde estén visibles, donde la gente pueda ocuparlas”.
De tal manera que en esta primera etapa se eligió un punto en donde hubiera una gran cantidad de parques y comercios, para que en caso de que las personas no tuvieran una máquina cerca de su casa, por lo menos la tuvieran cerca de su lugar de trabajo.
Como parte de este proceso de consolidación, la máquina BioBox también pasó por una serie de modificaciones tanto en su diseño exterior como en su hardware y software, a fin ser lo más atractivo y cómodo posible para el usuario y ser lo más amigable al medio ambiente.
“Las primeras máquinas fueron máquinas más sencillas […] hemos cambiado el diseño exterior de la máquina, materiales, para que hoy puedan ser máquinas de acero inoxidable, que fueran más difíciles de vandalizar. Al principio introducíamos el envase acostado, hoy lo colocamos de manera vertical lo que hace que no se derrame el líquido en caso de que alguien todavía tuviera parte de su bebida en el envase”.
La máquina actual además se puede programar para recibir envases como los de Tetra Pack (aunque por el momento no se tiene contemplado); y también para recibir latas de alimentos, como la alianza que tuvieron con Herdez que abarcó Monterrey, Guadalajara, Estado de México y Ciudad de México, en donde las máquinas recibían latas de hojalata recicladas de atún, frijol y chiles.
“Después fuimos mejorando en tener una pantalla táctil. Al principio imprimíamos un ticket y eso era contaminar. Reimprimía por haber metido un envase de plástico y devolvía un ticket de papel que iba a la basura.
“Hoy logramos captar con un software, y el premio que le damos a la gente por ayudarnos a limpiar el planeta puede ser a través de la tarjeta Payback, lo que implicó conectar las máquinas a internet para poder cargar en tiempo real el premio de cualquier tarjeta Payback, y a través de nuestra aplicación BioBox”.
Otra de las modificaciones por las que pasó la máquina fue que al principio contaba con dos contenedores, mientras que el modelo actual tiene hasta cuatro contenedores para recibir cuatro materiales, los cuales se pueden compactar o triturar dependiendo de lo que se quiera hacer con cada envase.
“Entonces, ha ido cambiando tanto el diseño como el hardware y el software. En todos los sentidos hemos ido evolucionando para podernos adaptar más a las exigencias de los socios comerciales y de los usuarios”, refirió Eduardo Bustamante.
Por lo anterior, las diversas etapas por las que han pasado les ha permitido incrementar el número de máquinas instaladas en la capital, así como el número de botellas que se recolectan diariamente.
“En un principio recolectábamos en promedio 400 botellas por máquina diaria, y hoy tenemos arriba 1 mil botellas en promedio por máquina. Estas máquinas llegan a colectar hasta 3 mil envases, pero en promedio tenemos 1 mil envases por cada BioBox”, detalló.
Además, a partir de la recolección que hace BioBox se han logrado elaborar diversos productos. Por ejemplo, con la hojalata se han hecho calentadores solares; se ha creado hilo parecido al poliéster con el que han hecho cobijas; mientras que el aluminio lo han vendido a fundidoras, quienes luego de fundirlo lo convierten en un nuevo producto.
Fuente: Mira tu México
Fuente: Mira tu México
“Nos hemos preocupado mucho porque los premios fueran no sólo para un nivel socioeconómico o para una edad de usuarios…”
Conoce cuáles son algunos premios que otorgan las máquinas BioBox y los proyectos para este 2019 tanto en México como en el mundo en:
0 comments:
Publicar un comentario