¿Qué es un golpe de calor y cómo prevenirlo?

Al incrementarse súbitamente la temperatura corporal debido a la exposición prolongadas a altas temperaturas ambientales, la persona puede presentar mareo, alteraciones del estado de consciencia con pérdidas del sentido, enrojecimiento y sequedad de la piel, dolor de cabeza.

De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, “el organismo humano funciona a 37 grados Celsius y es bastante sensible a las variaciones externas”, para lo cual dispone de mecanismos que le ayudan a regular la temperatura (como el sudor) lo que permite distribuir el calor mediante la sangre y expulsarla al exterior.

Sin embargo, cuando una persona se expone de manera prolongada a altas temperaturas ambientales, su temperatura corporal puede incrementarse súbitamente y sobrepasar los 39°C o más, refiere la Universidad Veracruzana.

A partir de ese momento, el organismo ya no es capaz de regular su propia temperatura, por lo que comienzan a ser visibles los síntomas de un golpe de calor:

• Mareo
• Alteraciones del estado de consciencia con pérdidas del sentido (alucinaciones, somnolencia o dificultad para articular o comprender el habla).
• Sudoración excesiva al principio con posterior falta de sudor.
• Enrojecimiento y sequedad de la piel.
• Fiebre con temperatura corporal de más de 39.4°C.
• Aceleración del ritmo cardíaco con latido débil.
• Dolor de cabeza.
• Calambres o debilidad muscular.
• Vómito o náuseas.
• Hiperventilación
• Inconsciencia y convulsiones.
• Además, se incrementa el funcionamiento del corazón al tratar de refrescar al cuerpo, lo que a su vez genera taquicardias y puede llegar a causar lesiones en el mismo, riñones, hígado y pulmones.
  

Recomendaciones para prevenir un golpe de calor:

• Evitar permanecer por periodos prolongados bajo los rayos del Sol, especialmente de 11:00 a 15:00 horas.
• Mantenerse en lugares frescos.
• Aumentar el consumo de líquidos durante la exposición a los rayos solares.
• Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas y con cafeína.
• Usar ropa ligera y de colores claros.
• Usar gorras, sombreros o sombrillas.
• Ponerse gafas para evitar los rayos del sol en ojos.
• Utilizar protector solar.
• Hidratarse de manera constante, mediante tomar dos litros o más de agua al día.
• Tomar descansos cuando se haga ejercicio o hacerlo temprano.
• Evitar permanecer dentro de un vehículo caliente, el cual puede alcanzar una temperatura de 71°C cuando está estacionado bajo el Sol.

También se debe considerar que el golpe de calor afecta más a personas muy jóvenes o de edad avanzada, personas con enfermedad cardiopulmonar y en quienes reciben medicamentos que interfieren con el balance de sal y agua, como diuréticos y tranquilizantes que afectan la transpiración.

En caso de golpe de calor:

• Ubicarse en un lugar fresco a la sombra y ventilado.
• Aplicar paños húmedos en la frente y en la nuca.
• Beber agua con pequeños sorbos.
• Retirar la ropa innecesaria para refrescarse.
• Acudir a la unidad de salud más cercana.

Por otra parte, si se presenta una quemadura solar o enrojecimiento de la piel se sugiere tomar un baño frío o colocar un paño frío y húmedo sobre la quemadura; si hay ampollas se recomienda colocar vendajes secos; y si no hay ampollas se debe aplicar una crema humectante (de preferencia que no contenga alcohol).

Fuentes: Secretaría de Salud federal/Universidad Veracruzana/Secretaría de Salud de Colima