ENTREVISTA (Parte II). El uso de variedades ha permitido una cosecha de 1 millón 532 mil quintales de café, del ciclo 2015-2016, dijo el director general del Instituto del Café en Chiapas, Jorge Baldemar Utrilla.
La caficultura es una actividad de suma importancia a nivel nacional, por ser una fuente de ingresos para las familias y al crecer de manera natural debajo de la sombra de los bosques tropicales contribuye a la conservación de la biodiversidad.
Entre los estados que poseen la mayor cantidad de productores dedicados al cultivo del café, Chiapas ocupa la posición número uno, por lo que el gobierno estatal, a través de su Instituto del Café (Incafech), ha promovido diversas acciones, como el uso de variedades, para mejorar su producción.
Al respecto, el director general del Incafech, Jorge Baldemar Utrilla, explicó que el Instituto tiene el objetivo de brindar asesoría técnica y capacitación a los caficultores de la entidad, así como impulsar la renovación de cafetales, la innovación tecnológica y su comercialización, bajo un esquema programado, a través del plan de desarrollo de la caficultura 2012-2018.
En este contexto, relató que cuando iniciaron esta administración se encontraron con un problema muy acentuado de roya. “Inicialmente aquí había caturras, catuai, gordolobo, variedades que durante muchos años funcionaron bien en el estado, pero a raíz del cambio climático, del envejecimiento de las plantas, del descuido de muchos productores, tuvimos el problema grave de la roya”.
Por tal motivo, en 2013 se inició con un proyecto que consistía en la “renovación de cafetales, apostando a variedades que fueran más tolerantes, altamente productivas y que, sobre todo, preservaran la calidad del café”, lo que arrojó buenos resultados, como el hecho de que ya existe una cosecha registrada por el Sistema de Información Agroalimentaria y pesquera (SIAP), de 1 millón 532 mil quintales de café, del ciclo 2015-2016, refirió Jorge Baldemar.
Sin embargo, hace falta trabajar en este rubro, considerando que México dejó de investigar durante más de 15 años y sólo se tenían dos variedades: el Oro Azteca, creada por el doctor Zamarripa, y Garnica, hecho hace 40 años por el Instituto Mexicano del Café; mientras que en países como Brasil, Colombia y Costa Rica se desarrollaron variedades, de las cuales, se trajeron las mejores semillas para ser sembradas en Chiapas.
Siguiendo esta vertiente, Baldemar Utrilla anunció que en 2017 se contempla la instalación del City Café (derivado del Incafech), un Centro de Investigación que trabajará para hacer frente a plagas como la roya y broca del café, mediante la generación de variedades que permitan una mayor tolerancia y productividad; además de que les permitirá tener un catálogo muy claro sobre el tipo de café que se produce en cada región de Chiapas.
“Estamos en las condiciones de poder hacerlo, hay una voluntad de todos los cafetaleros chiapanecos, y hay una decisión gubernamental”.
Independientemente de la implementación de variedades que fortalezcan el desarrollo de la caficultura, destacó que es necesario generar, entre los productores, un entendimiento claro de entrar en otro proceso.
“Anteriormente, teníamos una macrosombra que no permitía la penetraciones de rayos solares, que eran escasos, actualmente, para evitar la penetraciones de hongos, la estadía de algunas enfermedades, se abre un poco más la sombra para penetrar los rayos solares”.
Explicó que también es necesario seguir con rigurosidad el calendario de cuándo deben limpiarse, del tiempo de la corta que va de acuerdo con la madurez de la planta. “En esto, el Instituto se ha evocado a hacer un sin número de capacitaciones por todas esas regiones cafetaleras, para que el productor tenga un mayor entendimiento de cuáles son los nuevos procesos innovadores”.
Aunado a la anterior, dijo que se orienta a los productores sobre los apoyos que el Procafé otorga a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), porque son los mismos agricultores los que deciden qué tipo de plantas desean adquirir.
Su contribución ambiental
Uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de la caficultura es su contribución al medio ambiente, debido a que estas plantaciones se dan de manera natural bajo la sombra de los bosques.
“El Instituto apoya en que continuemos con las prácticas laborales del café bajo sombra, que es el 98% del café chiapaneco por fortuna”, debido a que “cuando nosotros tenemos un cafetal debajo de ello, conservamos el equilibro de la flora y la fauna, inclusive hay flora y fauna endémica que nada más se da debajo de los cafetos; evitamos las erosiones, porque el café es de raíz, y que haya problemas catastróficos”.
Agregó que otro factor muy importante es mantener los mantos freáticos, porque debajo de los cafetales hay humedad y corre agua. “En este sentido el Instituto alienta a que continuemos con esta práctica, porque también como consecuencia nos concede cafetos de altas calidades”, agregó el director del Incafech, Jorge Baldemar.
Fertilizantes orgánicos y químicos
“Los chiapanecos somos pioneros del café orgánico en el mundo; estos llevan composta, lombricompostura, algunos usos de fertilizantes no químicos que sean aceptados en el comercio internacional y que no tengan inconveniente alguno […] No pueden y no deben usar ningún fertilizante químico, tienen que ser totalmente diferentes, y no únicamente el cafetal sino que en su entorno no debe haber escurrimiento de químicos”, explicó Jorge Baldemar.
Debido a que su desarrollo requiere más cuidado, el café orgánico es uno de los productos más valorados a nivel mundial, y a fin de hacer más atractiva su siembra entre los productores cafetaleros, se ha creado programas que ofrecen ciertas ventajas.
“De entrada hay un mercado que se llama Comercio Justo y les pagan +80 dólares, lo que esté en Bolsa +80. Hoy (28 de junio) amaneció a 138 +80, te estarían pagando a 218 dólares; 800 dólares a cambio serían 1500 pesos+ por quintal de café producido, entonces, sí vale la pena”.
El director general del Incafech recordó que en una plática con dos productores: uno costarricense y otro colombiano, el primero explicó que la aplicación de los fertilizantes es inminentemente necesaria porque ellos requerían cantidad; mientras que el segundo, decía que su productividad era menor, pero su calidad mayor.
Ante este panorama, Jorge Baldemar cuestionó “¿cuál es la búsqueda de cafés orgánicos? El mercado europeo, porque ahí nos van a pagar ese esfuerzo que hacemos”; prueba de ello es que “hace un mes y medio vino una misión europea con la visión de comprar cafés orgánicos y cafés convencionales, a unos extraordinarios precios”.
Respecto al uso de fertilizantes químicos, señaló que hay cafés convencionales a los que se les aplica Triple 17, el 18-46-00 o el YaraMila Star, el cual les ha dado excelentes resultados; sin embargo, estos se usan de acuerdo a la planta y sólo cuando se requieran.
Teniendo presente lo anterior, “no son lo mismo, los suelos de la sierra que los suelos de la selva, los de Xoconoxtla con el norte, porque la precipitación fluvial es distinta, así como la altitud”, por tanto, la aplicación del fertilizante es algo que va “aprendiendo cada uno de los productores, porque la planta es la que va indicando”.
Finalmente, dijo que para poder vender el café de cada región chiapaneca a un excelente precio, “tenemos primero que saber qué es lo que vendemos, qué es lo que tenemos, cuántos puntos nos aventajan, cuáles es nuestro segmento de mercado y cuál es nuestro mercado objetivo”.
En este sentido, compartió que desde una visión del Incafech tienen focalizado que su mercado objetivo es el entorno del Báltico, donde están los mayores consumidores del mundo: daneses, noruegos, suizos, suecos, holandeses, entre otros; mientras que de la región de Asia, tienen identificado a Japón y Corea del Norte. “En fin, hay mercados en los ya que podemos ir a la conquista o más bien, al posicionamiento del café chiapaneco en ese mercado”, agregó Jorge Baldemar.
Fuente: Mira tu México
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