El proyecto Gusani consiste en utilizar esta materia orgánica para elaborar harina rica en proteína, a fin de sustituir la soya como alimento para ganado; así como reducir carbono y agua.
La larva de insecto capaz de hacer esta hazaña es el Tenebrio Molitor, conocido comúnmente como el gusano de harina, el cual se puede encontrar entre rocas y troncos o en almacenes de grano. Además, una vez que el gusano asimiló el unicel (en dos días), lo convierte en materia orgánica, tanto en heces como en su propio cuerpo.
“Cuando el unicel entra al sistema digestivo del Tenebrio Molitor, rompe las cadenas de carbono y las ‘reacomoda’ para convertirlas en materia orgánica”, que posteriormente se utiliza para elaborar una harina rica en proteína, económica y sustentable, la cual se emplea como alimento para ganado, explicó Tonatiuh Hernández Martínez, estudiante en la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM y responsable del proceso de crianza y manufactura de este producto.
Otro aspecto interesante del proyecto es que se recolectan las cajas de unicel utilizadas para transportar alimentos perecederos como cárnicos o pescados, a fin de colocar en ellas los gusanos que llevarán a cabo su degradación, lo cual contribuye a reducir el unicel, cuyo consumo en México equivale a 125 mil toneladas al año.
BENEFICIOS AL MEDIO AMBIENTE
El estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Tierra, Tonatiuh Hernández Martínez enlistó los beneficios para el medio ambiente y la agricultura que traerá el proyecto Gusani, mismo que ya constituyeron como empresa biotecnológica Gusani.
- Disminuirá el impacto de carbono del unicel, porque el carbono del unicel se reinserta a la red trófica.
- Sustituirá a la soya como alimento principal del ganado, por lo que se reducirá la cantidad de agua utilizada en la agricultura, la segunda causa de deforestación en el mundo.
- La harina podría utilizarse para elaborar comida para humanos, como galletas u otros productos, o simplemente como un nuevo ingrediente en la cocina.
- Esta harina es una gran fuente de proteína, similar a la contenida en el grillo; y puede manejarse como suplemento alimenticio para personas que acuden a ejercitarse al gimnasio.
Cabe destacar que en este proyecto también participan los estudiantes: Hernández Martínez, Salvador García Puebla y Laura Daniela Rivera Granados, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey; así como Mitzi Dayana Cerezo Pérez, de la Universidad Politécnica del Valle de México.
Fuente: Boletin UNAM
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