El Congreso estatal analiza modificar dos leyes ambientales para un mejor extracción de estos residuos orgánicos que eviten daño a las playas y a las especies que se encuentran en la zona.
Ante la llegada masiva de sargazo al Caribe Mexicano en 2018 y el pronóstico de una cantidad considerable para este 2019, el Congreso de Quintana Roo analiza una iniciativa de decreto para reformar las leyes estatales para la Prevención y la Gestión Integral de los Residuos, y del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, a fin de establecer los criterios para el manejo adecuado de los residuos orgánicos que arriben a las playas.
Para ello, los diputados Sonia López Cardiel y Carlos Mario Villanueva Tenorio plantearon que se adicione a la primera ley un capítulo VII denominado “Recolección, traslado y disposición de residuos orgánicos”, y adicionar en la segunda ley un capítulo IX denominado “De la prevención y control de la contaminación producida por residuos orgánicos”.
Detallaron que esta iniciativa está basada en diversos criterios sobre los cuales se debe realizar el manejo integral de este tipo de residuos, porque investigaciones recientes refieren que los actuales métodos de recolección afectan a los sistemas de playas, pues las maquinarias que se utilizan al momento de remover este residuo remueven con él parte de la arena de las playas generando una mayor erosión a éstas.
“Asimismo, el uso de estas maquinarias ha generado afectaciones a la fauna de estas zonas, ya que se han visto diversos animales enredados en el alga, y al paso de esta maquinaria en algunas zonas ha interferido con la anidación de las tortugas marinas”, explican en el documento.
En cuanto a su disposición, se explica que su recolección ha llegado a sobrepasar la capacidad de las empresas que se dedican a ello, lo que genera grandes acumulaciones en la orilla de la playa, o bien, al disponerlo en los basureros municipales, estos no cuentan con una área específica o se encuentra saturado, por lo que los prestadores de servicios se ven obligados a ejercer diversos métodos de disposición que en ocasiones resulta más dañino para el ambiente.
En este contexto, el capítulo VII “Recolección, traslado y disposición de residuos orgánicos provenientes del mar” establece que durante los procesos de extracción no se deberán afectar los sistemas de dunas embrionarias y primarias, ni afectar la geomorfología de las playas, y generar las mejores condiciones para garantizar la preservación de especies de organismo.
El traslado se deberá realizar cuidando flora y fauna, tanto marina como terrestre; los prestadores del servicio de transporte deberán de evitar la acumulación de residuos orgánicos en la playa, y sólo en casos necesarios se deberán acomodar perpendicular a la playa; y se deberán poner únicamente en los centros de disposición que se encuentren autorizados para recibirlo y dar tratamiento.
Además, será obligación de los ayuntamientos el crear los centros de disposición en los cuales se tenga la tecnología adecuada para llevar a cabo el destino final de estos residuos, mientas que el Estado será el encargado de vigilar el correcto funcionamiento de los centros de disposición en los que se viertan estos residuos, entre otros aspectos.
Por otra parte, el capítulo IX “De la Prevención y Control de la Contaminación Producida por Residuos Orgánicos Provenientes del Mar” estipula que es responsabilidad del Estado y de los municipios prevenir la acumulación de residuos orgánicos que lleguen e la playa antes de su descomposición.
También se deberá considerar en todo momento, los procesos de recuperación de playa necesarios; y el Ejecutivo del Estado podrá celebrar convenios de colaboración con las autoridades federales en la materia para la impartición de mejores medidas de recolecta, traslado y disposición de los residuos orgánicos que arriben a las playas de Quintana Roo, entre otras normativas.
Cabe destacar que según científicos expertos en la materia, la acumulación masiva de sargazo en las playas produce mal olor, contamina los ecosistemas, erosiona playas, afecta a la flora y fauna, genera aguas turbias, interfiere con las actividades de anidación y eclosión de tortugas marinas que llegan cada año a las costas del estado, modifica el equilibrio ecológico de los corales y afecta las actividades turísticas, destacaron los legisladores en su iniciativa.
Fuente: Congreso de Quintana Roo
0 comments:
Publicar un comentario