Los nuevos permisos para el cultivo del Thunnus orientalis deberán considerar la opinión técnica del Inapesca; también es obligatorio liberar vivas a todas las especies protegidas capturadas de manera incidental.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) publicó en el Diario Oficial de la Federación, las especificaciones para el aprovechamiento acuícola responsable de atún aleta azul (Thunnus orientalis), en jaulas flotantes que se encuentran en aguas de jurisdicción federal de México en el Océano Pacífico.
De acuerdo con el documento, después de que la Sagarpa realizara una revisión de los títulos de concesión y permisos para cultivos de atún aleta azul, consideró oportuno establecer una Norma Oficial Mexicana para inducir al desarrollo de esta actividad con miras a la sostenibilidad bajo los principios de pesca responsable.
De tal manera que las nuevas las nuevas concesiones o permisos para el cultivo de atún aleta azul deberán considerar la opinión técnica del Inapesca; mientras que el lecho marino de los polígonos autorizados a través de permisos y concesiones para cultivo de atún se considerarán equivalentes a zonas de refugio pesquero.
Por otra parte, sólo las embarcaciones cerqueras con permiso o concesión para la pesca de estas especies podrán capturarlas, y de manera independiente, deberán documentar en su bitácora, la información referente a la pesca realizada, su entrega a los barcos de remolque y la información referente al receptor de la captura.
Asimismo, el atún capturado con redes de cerco se destinará exclusivamente a la acuacultura; y es obligatorio liberar vivas a todas las especies que se encuentran en régimen de protección especial conforme a la normatividad ambiental que hayan sido capturadas incidentalmente, además de documentar esta acción.
“Queda prohibido para las embarcaciones remolcadoras la retención a bordo, almacenamiento, trasbordo, desembarque o transporte de ejemplares vivos o muertos, entero o en partes, de cetáceos, tiburones, tortugas marinas u otras especies bajo régimen de protección especial”, especifica la Sagarpa.
Respecto a las jaulas, éstas deberán encontrarse aseguradas por medio de un sistema de amarres colocados sobre el perímetro de la jaula y fijadas al suelo marino a través de un sistema de anclaje; su base deberá tener una separación mínima de 10 metros del fondo marino, para reducir la acumulación de desechos en el fondo.
Sin embargo, cuando se desarrollen mareas rojas o fenómenos climatológicos que ponga en riesgo la integridad del atún, se recomienda que las jaulas sean colocadas temporalmente en zonas con más de 30 metros de profundidad, de corriente moderada, con aguas bien oxigenadas, de turbidez baja y en áreas alejadas de poblaciones costeras.
Otro aspecto que deberán cubrir los acuicultores será el de contribuir “en la preservación del medio ambiente y la conservación y reproducción de especies, por lo que una vez que el material utilizado en el cultivo (jaulas, aros, anclas, muertos, redes) haya cumplido su vida útil, se deberá retirar y disponer de manera adecuada, de acuerdo a la regulación existente en la materia”.
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