El investigador Luis González dijo que los daños por este fenómeno son más preocupantes que en siglos pasados, porque la Tierra es altamente tecnificado e interconectado.

Detalló que las tormentas solares ocurren cuando en la superficie del Sol suceden explosiones a gran escala que liberan grandes cantidades de masa y energía; expulsan un gas incandescente con velocidades que pueden rebasar los 2 mil kilómetros por segundo y llegar a la Tierra en día, lo cual genera fenómenos naturales como las auroras boreales y australes, o bien fenómenos que afectan la tecnología.
Sin embargo, destacó que los daños por una tormenta solar son más preocupantes que en siglos pasados, considerando que el planeta es altamente tecnificado e interconectado; por ejemplo, las mayores afectaciones se dan en las telecomunicaciones, en todas las frecuencias, y en los satélites, debido a que no tienen el campo magnético y la atmósfera que los cubra.
En este contexto, existe el riesgo de que ser golpeados directamente y sufrir averías en los paneles solares y en su eficiencia; también puede verse alterada su posición, lo que modifica y genera errores en las señales; y el costo por el daño a un satélite es muy alto, debido al elevado presupuesto para colocarlo en órbita.
Asimismo, se ven afectados sistemas como los GPS, que sirven para orientar por ejemplo los aviones; también las corrientes que se forman en la ionósfera pueden evitar la transmisión correcta de las señales, porque éstas rebotan y ya no salen, impidiendo la llegada de información, como mensajes, agregó Luis Xavier González.
“Actualmente sabemos que gran diversidad de sistemas de telecomunicaciones, transformadores, líneas de alta tensión, gasoductos, satélites y control de naves espaciales pueden ser afectados por la actividad solar”.
Sin embargo, el investigador aclaró que a pesar de que no se pueden predecir las tormentas solares, sí existe una ventana de ocho minutos para que las emisiones de rayos X lleguen a la Tierra y se conozca la intensidad de la explosión. “Entonces, se tienen algunas horas y se pueden tomar precauciones como apagar los equipos y evitar perjuicios”, agregó González Méndez.
Cabe destacar que las tormentas solares siguen ciclos de aproximadamente 11 años, y durante el máximo de actividad es posible que se presenten tres o cuatro en un día, mientras que durante el mínimo, una cada cuatro días, en promedio.
En tanto, el Sciesmex monitorea de manera permanente la actividad y emisiones del Sol, en el cual trabajan los expertos del Instituto de Geofísica y de Cátedras Conacyt, Víctor de la Luz Rodríguez, María Sergeeva, Pedro Corona Romero, Julio Mejía Ambriz, Ernesto Aguilar Rodríguez y Luis Xavier González Méndez, todos coordinados por Juan Américo González Esparza.
Fuente: UNAM
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