El premio Nobel de Química 1995 explicó que es necesario implementar medidas simultáneas y trabajar en conjunto para combatir este reto.
“La temperatura del planeta en promedio se ha incrementado un grado en los últimos años, pero si no tomamos medidas simultáneas, el riesgo podría escalar la temperatura de tres a cuatro grados más, lo que sería catastrófico, volvería a algunas zonas inhabitables”, manifestó el ingeniero químico Mario Molina, durante la XXXII Reunión Nacional Estudiantil de Ingenieros Químicos, realizada en la UNAM.
Explicó que de llegar a este punto, los gobiernos del mundo gastarían entre 1% y 2% del Producto Interno Bruto (PIB) para proyectar un entorno que garantice la vida; sin embargo, dijo que el cambio climático es un problema que se puede resolver mediante la ejecución de diversas medidas simultáneas, como la implementación de energías renovables: eólica, solar y nuclear –esta última discutible–, además de la sustitución del parque vehicular y del carbón por gas natural.
Aunado a ello, pidió trabajar en conjunto para combatir “el reto más grande que enfrenta la humanidad”. Se debe influenciar a los gobiernos, ejercer presión a diversos niveles, considerando que así como la sociedad tiene potencial para crear problemas, también lo tiene para resolverlos, agregó.
Respecto al “problema tan serio” que se vive en la zona metropolitana por la calidad del aire, dijo que no sólo se debe abocarse al monitoreo del ozono y sus efectos, porque un factor más grande lo representan las partículas suspendidas, y por otra parte, la corrupción.
“Trabajamos con el gobierno de la Ciudad de México y la Semarnat, pero lo que hemos visto es que el freno para controlar la calidad del aire es la corrupción, pero eso ya está en proceso de cambio”, exteriorizó el premio Nobel de Química 1995.
Fuente: UNAM
0 comments:
Publicar un comentario