Dejar aparatos en modo espera, a la larga, representa una demanda de energía que las centrales eléctricas tienen que generar, lo que incrementa la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera.

Tal es el caso de la televisión, el teatro en casa, el estéreo, el horno de microondas, la cafetera, algún asistente inteligente que está permanentemente conectado a la red eléctrica, entre otros equipos de uso cotidiano que traen incluido una luz piloto, así como alguna pantalla numérica o indicadora.
Sin embargo, este consumo sí influye cuando se quiere generar un ahorro de energía. Por ejemplo, si tenemos un aparato que en modo Stand By que consume en promedio 1 Watt por hora (W.h), en un día el consumo sería de 24 W.h, en 30 días de 720 W.h, mientras que en un año el consumo sería en promedio de 8.76 KW.h.
Además, tomando en cuenta que en México hay 34.1 millones de hogares (de acuerdo con el informe del INEGI, del 28 mayo 2018), si en cada uno de ellos existiera un consumo de Stand By de 1 W.h, equivaldría a 297.84 GW.h, es decir, 297,840,000,000 W.h aproximadamene que no son utilizados al año, pero que al ser consumidos por los aparatos eléctricos se convierte en una demanda hacia las centrales eléctricas.
Esto a su vez incrementa el dióxido de carbono expulsado a la atmosfera, debido a que las centrales eléctricas tienen que realizar un proceso para la producción de energía y cubrir esa demanda silenciosa de energía eléctrica.
¿Sabes diferenciar qué aparatos están en Stand By o no? Aquí te lo explicaremos...
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