Héctor Ruíz explicó que sin importar el modelo del vehículo o qué tan antiguo sea, se pueden convertir en eléctricos para circular todos los días y con cero emisiones; además, se pueden recargar en casa o adaptar para ser compatibles con estaciones de recarga pública.
Ante el problema de la contaminación, la dependencia a las gasolinas, las verificaciones semestrales y el congestionamiento vial en las zonas urbanas, el fundador de la empresa Alto Rendimiento Automotriz, Héctor Ruiz, destacó que además del transporte público o la bicicleta, el uso del automóvil híbrido o eléctrico es una buena alternativa para ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
Derivado de ello, durante la conferencia web “Circula todos los días para siempre, electrifica tu auto”, organizada por la Conabio, el emprendedor explicó que actualmente ofrecen la alternativa de que las personas conviertan su automóvil con motor de combustión interna en un automóvil con motor eléctrico, no importa de qué año sea su vehículo: un modelo 2000, noventero, ochentero o setentero.
“Nosotros hacemos procesos de conversión de vehículos de gasolina en vehículos cero emisiones, son vehículos eléctricos 100%, y ese vehículo sin importar el modelo […] o qué tan antiguo sea, el vehículo va a circular oficialmente. Hay procesos que hay que seguir ante la autoridad y eso es algo que ya es factible y se puede hacer.
“Ofrecemos también desde hace algunos meses, cursos de capacitación a mecánicos, a ingenieros e incluso a autoridades que se quieran acercar con nosotros para que conozcan todo el procedimiento que se lleva a cabo en una conversión”.
Explicó que se trata de un curso mejorado, que cuesta la cuarta parte de lo que costaría un curso en Estados Unidos, y que se proporciona en el taller que tienen en Metepec, Estado de México, al cual ya han asistido personas de Alemania, Chile, Egipto, entre otros países, debido a que es un tema de interés internacional.
El emprendedor mexicano informó que en el curso se provee de kits, es decir, de los elementos necesarios para hacer el proceso de conversión: motor eléctrico, control de velocidad, potenciómetro, cambios de potencia, entre otras herramientas.
Respecto al tipo de automóviles en los que se puede realizar la conversión, Héctor Ruiz informó que el auto puede tener desde ocho hasta 20 años de antigüedad. “Lo único que pedimos es que sea un vehículo en buen estado, es decir, que no esté picado, que tenga buenas condiciones en la suspensión, la dirección, los frenos, porque eso se mantiene.
“De ahí en fuera pueden tener una adaptación que les puede durar muchos años más, y ese vehículo que era altamente contaminante, que puede contaminar cuatro veces más que un vehículo nuevo o seminuevo, lo estamos literalmente desapareciendo, no del mapa porque sigue circulando, pero en la cuestión de emisiones, ya no tenemos esas emisiones”.
Detalló que prácticamente en todas las conversiones, hacen que los vehículos “se muevan cuando menos a 80 kilómetros por hora, que para una ciudad como ésta [Ciudad de México] es más que suficiente. Pero, en general, la velocidad promedio de nuestras conversiones es de 100 kilómetros por hora, esa es la velocidad promedio y nos ajustamos al requerimiento de la gente que va a usar un vehículo eléctrico”, agregó.
¿CARACTERÍSTICAS DE LA CONVERSIÓN?
El egresado de la UNAM explicó que en todos los casos dejan la caja de velocidades y la conversión que realizan consiste en quitarle al vehículo el motor de combustión interna y ponerle un motor eléctrico. “Una conversión consta de cuatro elementos fundamentales: el motor eléctrico, la controladora de velocidad, el banco de baterías y el cargador”.
Respecto a los beneficios que ofrecen en la conversión, destacó que en materia de MEDIO AMBIENTE, al convertirlo en automóvil eléctrico las emisiones contaminantes se reducen y se puede circular todos los días.
Para el CARGADO, se hace una conversión que permite al usuario conectar su vehículo en su casa a 127 voltios o en una instalación a 220 voltios, con el cual el tiempo de carga se reduce a menos de la mitad; y en caso de que la persona habite en un departamento, sólo se requeriría de una extensión o cable para conectarlo hasta el estacionamiento.
Respecto a la AUTONOMÍA, ofrecen desde 50 kilómetros hasta 150 kilómetros de autonomía, lo cual depende del peso del vehículo, el tamaño del banco de baterías (de plomo o de litio), y los hábitos de manejo (como el coeficiente de fricción); y en VELOCIDAD, otorgan desde 80 hasta 130 kilómetros por hora.
Además, tienen a la venta el KIT DE ELECTRIFICACIÓN, con un costo de 60 mil pesos, el cual incluye: un motor eléctrico o un motor de corriente directa), el cual es capaz de mover un “bocho” hasta una combi, un mini cooper, una camioneta de redilas; y controladora de velocidad (para autos compactos y grandes).
En tanto, el curso, cuyo costo es de 500 dólares o aproximadamente 10 mil pesos, lo proporcionan de lunes a viernes, en una semana, y próximamente, en sólo cinco sábados para comodidad de las personas.
ADAPTACIONES ADICIONALES
Héctor Ruiz destacó que los automóviles que han pasado por la conversión son COMPATIBLES CON ESTACIONES DE RECARGA PÚBLICA, pues, aunque la conversión básica no incluye una interfase para estas estaciones (protocolo de la industria del auto eléctrico, cuyas sigla es J1772), ellos la instalan con un costo adicional.
Respecto a los FRENOS DE POTENCIA (los que permiten reducir el esfuerzo del conductor sobre el pedal), explicó que también se puede hacer una adaptación. “Se requiere de una bomba de vacío y un mecanismo de activación de esa bomba de vacío para que tengas los cambios de potencia”.
En cuanto a la DIRECCIÓN HIDRÁULICA, aclaró que los vehículos modernos cuentan con ésta lo que permite al conductor dirigir las ruedas del vehículo con mayor ligereza), pero no es así en vehículos antiguos o que no tienen dirección hidráulica. Por ello, “en vehículos que tienen dirección electro asistida se puede hacer una adaptación sin problema”, agregó.
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