La Cámara de Diputados explicó que el objetivo es garantizar a los ciudadanos el acceso a una distribución equitativa de áreas naturales y permitir su mejora, protección, conservación y mantenimiento.
Debido a que las áreas verdes en las grandes ciudades contribuyen a disminuir los impactos ambientales negativos y favorecen la calidad de vida de sus habitantes, la diputada Evelyng Flores Carranza planteó exhortar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a sus homólogas en las 32 entidades federativas, a actualizar o realizar censos e inventarios periódicos que permitan conocer el total de zonas arboladas por habitante en el suelo urbano.
Esto porque hay ineficiencia en las acciones para conservar e incrementar las zonas naturales en sitios urbanos, por lo que además de crear y mejorar programas de reforestación, es necesario tener registros cuantificables que permitan conocer de manera precisa cuántos árboles y lugares con vegetación existen en las urbes del país.
Con ello se lograría el objetivo de cumplir las recomendaciones de organismos internacionales, así como garantizar a los ciudadanos el acceso a una distribución equitativa de áreas naturales y permitir su mejora, protección, conservación y mantenimiento.
BENEFICIOS DE ÁREAS VERDES EN CIUDADES
Evelyng Flores Carranza, secretaria de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, destacó que los impactos del desarrollo económico, industrial y tecnológico sobre el entorno natural pueden contrarrestarse a través del cuidado y mejora de áreas verdes,
Porque los árboles filtran contaminantes urbanos, proporcionan entornos sanos, alimentos y protección a seres vivos. “Vivir cerca de espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental, reduce enfermedades y genera un impacto positivo en el bienestar de la población”.
Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) refiere que un árbol puede absorber hasta 150 kilogramos de dióxido de carbono al año, lo que permite mejorar la calidad del aire y ayudan a enfriar el aire entre dos y ocho grados Celsius, lo que reduce el efecto de “isla de calor”.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades proporcionen entre nueve y 12 metros cuadrados de espacio verde por habitante, con un diseño de redes de áreas verdes, para que todos los residentes vivan cerca de un espacio abierto a una distancia de no más de 15 minutos a pie.
Por otra parte, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que plantea proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles en las ciudades, para contribuir al mejoramiento de la interacción social y la convivencia, agregó la legisladora.
Fuente: Cámara de Diputados
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