Investigadores estiman que hay alrededor de 150 millones de toneladas de plásticos en el océano, y proyectan que el océano contendrá 1 tonelada de plástico por cada 3 toneladas de peces en 2025.
De acuerdo con el estudio “The New Plastics Economy Rethinking the future of plastics”, lanzado en 2014 por el Foro Económico Mundial y la Fundación Ellen MacArthur, cada año al menos 8 millones de toneladas de plásticos escapan al mar, lo cual es equivalente a descargar el contenido de un camión de basura en el océano cada minuto, y de no detenerse esta situación, se prevé que esto se incremente a dos por minuto para el año 2030 y a cuatro camiones por minuto para el año 2050.
Incluso, los mejores investigadores estiman que hay alrededor de 150 millones de toneladas de plásticos en el océano, y proyectan que el océano contendrá 1 tonelada de plástico por cada 3 toneladas de peces en 2025 y para el año 2050, habrá más plásticos que pescados (por peso).
El documento también indica que los plásticos pueden permanecer en el océano por cientos de años en su forma original y aún más tiempo en pequeñas partículas, lo cual significa que la cantidad de plásticos in el océano se acumula con el tiempo.
Por otra parte, aproximadamente 90% de los plásticos producidos son derivados de materias primas fósiles, esto representa, para todos los plásticos, cerca del 6% del consumo global del petróleo.
De tal manera que si continúa creciendo el uso de plásticos se espera que el sector de plásticos represente el 20% del consumo total de petróleo y 15% del presupuesto mundial anual de carbono para el año 2050 (es decir, el presupuesto que debe ser adherido por un mandato para alcanzar el objetivo internacional aceptado de permanecer bajo dos grados centígrados el calentamiento global).
“Aun cuando los plásticos pueden traer ganancias eficientes durante su uso, esas figuras muestran que es crucial direccionar el impacto de los gases de efecto invernadero por la producción de plásticos y después de usados, tratarlos”, refiere el estudio.
En este sentido, se destaca la necesidad de transitar hacia la Nueva Economía de Plásticos, una iniciativa en donde colaboren industrias, ciudades, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, para analizar los desafíos, las oportunidades y las innovaciones se requieren.
“En esta iniciativa, las compañías de consumo, productores de empaques de plástico y fábricas de plásticos podría jugar un papel crítico, porque ellos determinan qué productos y qué materiales son puestos en el mercado […] Las ONG puede ayudar asegurando que las consideraciones sociales y medioambientales sean tomadas en cuenta”.
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