La UNAM y la universidad de Kioto estudiarán la costa del Pacífico mexicano para generar mapas sobre movimientos telúricos y posibles maremotos, y así, mejorar las medidas preventivas.
Las universidades Nacional Autónoma de México y de Kioto, Japón, presentaron el proyecto Evaluación del Peligro Asociado a Grandes Terremotos y Tsunamis en la Costa del Pacífico Mexicano para la Mitigación de Desastres, cuyos resultados permitirán conocer a detalle el potencial de generación de maremotos y temblores en el litoral guerrerense, a fin de mitigar riesgos a la población.
Para ello, la investigación se realizará en un área de aproximadamente 9 mil 744 kilómetros, la cual es considerada de alto peligro y en la que habitan alrededor de 522 mil personas de 245 localidades, entre los litorales de Chiapas y Jalisco.
Al respecto, el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, informó que la investigación permitirá entender a detalle la interacción entre diferentes tipos de sismos, generar mapas de riesgo sobre movimientos telúricos y posibles maremotos, así como contribuir al diseño de planes educativos de prevención de catástrofes.
Derivado de esto, se buscará avanzar en la formulación de protocolos y medidas precautorias y de mitigación, para establecer mecanismos claros de acción, así como mejorar la capacidad de respuesta de las autoridades y la población.
Por su parte, el director del Instituto de Geofísica (IGf), Arturo Iglesias Mendoza, explicó que este proyecto implica la instrumentación de manera geodésica y sismológica, en tierra y mar, en la costa del estado de Guerrero; además de ser una de las propuestas más prometedoras y ambiciosas de los últimos años para el estado de Guerrero.
“Esto no sólo se ve reflejado en la sofisticación de la instrumentación y la complejidad de su instalación, o en el presupuesto invertido, sino en el interés de los científicos de los dos países en la elaboración y ejecución de la propuesta”, manifestó.
Al tomar la palabra, el viceministro parlamentario de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón, Taido Tanose, detalló que le tecnología asiática para la observación y análisis de los llamados sismos lentos en las costas mexicanas será útil para simular un temblor de grandes dimensiones y para avanzar en la investigación sobre el gran terremoto en la isla oriental, que podría originarse en el Canal de Nankai.
Asimismo, el profesor del Instituto de Investigación para la Prevención de Desastres de la Universidad Kioto y líder del proyecto, Yoshihiro Ito, recordó que México podría registrar un movimiento de tierra grande, principalmente en la zona conocida como la brecha de Guerrero, por lo que es relevante saber lo que acontece en esa zona.
En este contexto, Víctor Manuel Cruz Atienza, jefe del Departamento de Sismología del (IGf) y líder de la iniciativa en el país, subrayó que México no está exento de vivir escenarios como el de Japón hace unos años; debido a que si un terremoto comparable al de 1985 tuviera lugar en la brecha sísmica de Guerrero, los movimientos del suelo serían de dos a tres veces más intensos que los observados en aquel entonces en la zona del lago de la Ciudad de México.
Cabe destacar que a lo largo de 283 años en México se ha registrado la llegada de más de 60 tsunamis en la costa occidental; siendo el más significativo, el generado por el temblor de junio de 1932 en los litorales de Jalisco y Colima, con una magnitud de 6.9, el cual produjo una ola de 10 metros que entró un kilómetro en Cuyutlán, Colima, provocando el fallecimiento de 75 personas y 100 heridos.
Fuente: UNAM
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