El especialista Francisco Guzmán dijo que la producción de viviendas verdes en Hermosillo y Nogales, en Sonora, muestra que el espacio mínimo de construcción se redujo de 38 a 34 metros cuadrados.
En el marco del Primer Coloquio Internacional “Pobreza energética y cambio climático en la región transfronteriza de México y Estados Unidos”, el alumno del doctorado en Humanidades de la Universidad de Sonora (Unison), Francisco Guzmán Bravo, destacó el problema que existe en la construcción de casas energéticamente eficientes al dejar de lado el confort y la calidad de vida del usuario.
Al participar en el panel "Las consecuencias medioambientales de la pobreza energética", explicó que las estrategias gubernamentales en la producción de vivienda energéticamente sustentable en Hermosillo y Nogales, muestran que “el Programa Nacional de Vivienda adolece y deja de lado el confort y calidad de vida del usuario final", debido a que se trata de un programa enfocado sólo a la producción y construcción de viviendas.
Ejemplo de lo anterior es que el espacio mínimo de construcción se redujo de 38 a 34 metros cuadrados; mientras que “lo que se debe hacer es aumentar las dimensiones de la vivienda, no dejar que las medidas antropométricas establecidas sean en detrimento de la calidad de vidas, y que cuenten con estrategias bioclimáticas para gastar menos energía", agregó el especialista al compartir datos preliminares de su tema de tesis donde analiza la política de vivienda 2014-2018.
Fuente: Unison
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