De acuerdo con el DEFRA, a partir de diciembre de 2018, la electricidad de respaldo deberá estar sujeta a las nuevas reglas para detener las emisiones contaminantes como el dióxido de nitrógeno.
Gran Bretaña contempla frenar la contaminación del aire, a través de las emisiones estándares aplicadas a las plantas eléctricas de pequeña escala, las cuales son usadas para generar electricidad de respaldo en corto plazo, lo que también contribuirá a detener el creciente uso de generadores diésel.
Al respecto, el Departamento de Asuntos Ambientales, Alimentarios y Rurales, (DEFRA), de Gran Bretaña, sugiere que las plantas que producen de 1 a 50 megawatts (MW) de electricidad deben estar sujetas a nuevas reglas para reducir las emisiones contaminantes nocivas como el dióxido de nitrógeno.
De tal manera que los controles se aplicarán a las nuevas plantas a partir de diciembre de 2018, mientras que las plantas existentes debe cumplir con los requisitos de 2024 o 2029, dependiendo en gran medida del tamaño.
“Se estima que el impacto de la contaminación combinada por Dióxido de Nitrógeno (NO2) y el Material Particulado (PM), en el Reino Unido, conduce al equivalente de aproximadamente 50 mil muertes prematuras por año, con un costo de alrededor de 30 billones de libras al año”, detalló DEFRA en la consulta que lanzó esta semana.
Cabe destacar que el gobierno se encuentra bajo la presión de grupos verdes para aplicar un estándar de emisiones, a fin de evitar que las plantas diésel de pesada contaminación, aseguren contratos lucrativos en su mercado de capacidad, donde se les paga para hacer disponible la electricidad de respaldo a corto plazo.
Gran Bretaña empezó estas subastas de capacidad en 2014, con el objetivo de evitar en el futuro la escasez de energía ante el cierre de plantas de carbón y considerando que los bajos precios de la energía disuade a inversionistas de construir nuevos.
Fuente: Reuters World
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