La CDMX genera 12,600 toneladas de residuos sólidos diariamente, por lo que busca concientizar a la población sobre el uso innecesario de envolturas, debido a que tienen una vida útil muy corta.
El gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), promueve la campaña “Sin moño y sin bolsita por favor”, cuyo objetivo concienciar a la población sobre la importancia de reducir la generación de residuos sólidos urbanos, que a nivel nacional asciende a 101 mil toneladas cada día, de los cuales, 12 mil 600 toneladas diariamente corresponden a la Ciudad de México, equivalente a 1.5 kilogramos cada día por persona.
En este contexto, subraya que la tendencia actual es usar y tirar, debido a que los productos que se utilizan tiene una vida útil muy corta, derivado de que la producción de bienes, mercancías y servicios es tan elevada que las empresas que los elaboran necesitan darles una salida rápida para seguir produciendo y ganando.
Por lo anterior, se llega a la conclusión de que las principales causas de tantos residuos, son: Compras innecesarias, obsolescencia programada y envolturas desechables; en el caso de las envolturas, éstas tiene una vida útil muy corta y tardan años en desintegrarse porque provienen de recursos naturales no renovables; adicionalmente, para su elaboración se requiere de una gran cantidad de energía y agua.
De tal manera que la Sedema ofrece alternativas que permiten la sustitución de envoltura:
- Comprar productos a granel, es decir, llevar bolsas o trastes para las compras.
- Optar por productos locales y de temporada, porque son más baratos y frescos; mientras que los productos que han recorrido largas distancias incrementan los empaques, el costo y el gasto de energía para su transporte.
- Escoger productos naturales, debido a que son más saludables que los industrializados, los cuales vienen en cajas, tetrapack, botellas, latas, cartones y bolsas.
- Pensar antes de comprar, para elegir lo que realmente se necesita y encontrar opciones con menos empaques, elaboradas con materiales más amigables con el medio ambiente.
- Cuidar las cosas, considerando que el tener bienes nos obliga a hacer un buen uso de ellos y tratar de que duren el mayor tiempo posible (también se deben conocer las posibilidades para su reciclaje).
- Valorar nuestros residuos mediante la separación de los mismos y llevarlos a los centros de acopio y reciclaje o al mercado de trueque.
- Exigir que se regulen los empaques y embalajes, para que se ponga un límite a la cantidad de estos materiales y se controlen las materias con que están elaborados.
- Cambiar nuestros hábitos, lo cual implica desde usar una botella rellenable para el agua o usar una taza en lugar de vasos desechables.
Cabe destacar que independientemente de la región en donde vivamos, estas opciones pueden aplicarse, más en esta temporada decembrina, cuando nuestras compras se incrementan.
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