Los investigadores Carlos Esquivel y Emmanuel Pedraza explicaron que los combates no sean a muerte y se evite el uso de objetos ajenos a su naturaleza como las navajas.
En el marco del foro Análisis del Combate de Especies en México, realizado en la Palacio Legislativo de San Lázaro, académicos, investigadores y representantes del sector privado presentaron sus argumentos en torno a las peleas de gallos, con el objetivo de que los legisladores puedan tener los elementos suficientes para dictaminar y aprobar los temas pendientes.
En este contexto, Carlos Fernando Esquivel Lacroix, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, propuso evolucionar la actividad de peleas de gallos, sin necesidad de abandonarla.
Explicó que se puede evitar el trágico final de los gallos en duelo, aclarando que estos animales “tienen espolones como armas naturales”, por lo que no es necesario el uso de navajas para una pelea por la jerarquía.
Asimismo, Emmanuel Pedraza, de Defensoría Animal MX, planteó desarrollar un sistema paralelo para que las fuentes de empleo de quienes se dedican a esta actividad puedan seguir vigentes, sin que las peleas sean a muerte y con objetos ajenos a su naturaleza, como las navajas.
“Se habla de que estos animales nacieron para el combate, probablemente sí, pero en su naturaleza los combates son por jerarquía, eso no significa que la gallina deje una navaja junto al huevo”, agregó.
Durante su participación, el académico y experto en historia Gallística y Fisionomía en Aves, Edsel J. Bixler, manifestó que sería peligroso tomar una decisión sin considerar todos los aspectos económicos, sociales, antropológicos y acabar con una actividad tradicional de México.
Detalló que en caso de prohibirse, esta actividad quedaría en la clandestinidad y la controlaría el crimen organizado; provocaría el abandono y hambre de 50 millones de animales como pasó con los del circo.
Además, habría una disminución en los ingresos de la Federación, la cual percibe 400 millones de pesos por los permisos, así como en la de los estados y municipios; el quiebre de empresas relacionadas al gallo de pelea traería una pérdida de fuentes de trabajo y capital; y representaría la pérdidas de las tradiciones y de la identidad cultural.
La representante de criaderos de gallos de combate, María Luis Guadalupe Zafra, argumentó esta industria genera aproximadamente 2 millones de empleos directos e indirectos, no es financiada por ninguna institución, está legalizada y regulada a través de la Secretaría de Gobernación, y su prohibición generaría delincuencia y corrupción.
En tanto, el representante de los empresarios de palenques y organizador de la Expo Industrial y Tecnológica de la Gallicultura en México, César Cornejo Castillo, destacó que con el sector se tienen 1 mil 886 forrajeras que venden alimentos para gallos; 1 mil 400 farmacias veterinarias con productos para estas aves; 40 laboratorios que exclusivamente hacen bienes para estos animales.
Por su parte, Alejandro Herrera, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, dijo que el decir que las peleas de gallo son buenas es “la falacia de la tradición”, debido a que estos animales “están en jaula de oro en donde se les trata bien con el propósito de llegar a un fin cruel”.
Incluso, actualmente las leyes reconocen que está mal el sufrimiento de los animales, pero excluyen las corridas de toros y las peleas de gallos.
Fuente: Cámara de Diputados
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