El gobierno estatal y la universidad Marista pusieron en marcha la planta como una manera de fomentar entre los estudiantes el cuidado del medio ambiente.
El gobierno de Yucatán y la Universidad Marista de Mérida pusieron en marcha su planta de tratamiento de aguas residuales, como parte de las acciones de impulsar la protección de los recursos naturales y fomentar entre los estudiantes el cuidado del medio ambiente.
Se trata de un sistema que emplea tecnología de biorreactor de membrana, con una capacidad para procesar 30 mil litros diarios, y cuya inversión representó 2 millones de pesos para la Universidad Marista.
“Esta casa de estudios, sus estudiantes, maestros y directivos están predicando con la fuerza moral del ejemplo a través de esta planta. Ustedes jóvenes están llamados a ser agentes de ese cambio transformador en el colectivo social y a convertirse en la fuerza expansiva que fortalezca a nuestra sociedad para ver con optimismo cualquier reto y desafío", manifestó el gobernador de la entidad, Rolando Zapata Bello.
Asimismo, destacó que el trabajo de la Universidad Marista como una gran aliada, considerando que la institución junto con la iniciativa privada y los gobiernos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo suscribieron el Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península, en el que se plantean acciones para enfrentar de manera compartida los retos ambientales de la región.
"Por eso reconocemos a esta casa de estudios, que no sólo se preocupa por la formación integral de los estudiantes, sino que va más allá dando ejemplo y muestra de congruencia y compromiso por el cuidado de los recursos naturales", agregó el mandatario estatal.
Por otra parte, recordó que en coordinación con la sociedad civil, el gobierno de Yucatán también ha impulsado actividades enfocadas a la preservación de los ecosistemas, como el decreto de creación de la Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes, un importante acuífero conformado por 25 mil millones de metros cúbicos de agua, lo que representa el 20% del acopio de México.
En tanto, el decreto 418 establece al territorio de Yucatán como zona libre de cultivos agrícolas con Organismos Genéticamente Modificados, lo que permite garantizar que se preserve la biodiversidad, y cuya disposición va acompañada de políticas públicas como el programa Peso a Peso, que aplica incentivos del 70% a productores que utilicen insumos orgánicos y la entrega de paquetes tecnológicos con semillas mejoradas por selección, subrayó Rolando Zapata.
Fuente: Gobierno de Yucatán
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